Nota de prensa sobre la campaña «Sácale Tarjeta Roja al Racismo y Discriminación»

Periodista deportivo moisesrevollo@yahoo.es

La organización no gubernamental Sácale tarjeta roja al racismo, creada hace 22 años en Inglaterra, tuvo el acierto de impulsar su programa educativo, aprovechando la popularidad del fútbol y los futbolistas, por su gran ascendiente en multitudes, logrando que la FIFPro, que tiene más de 40 naciones afiliadas, firme un convenio de colaboración desde el año 2008.

FABOL, que es el sindicato boliviano de futbolistas profesionales, oportunamente inició esta lucha contra el racismo y todo lo que pueda generar malestar, discriminación, violencia, homofobia, xenofobia, odio e intolerancia, en lugares de estudio, trabajo, vecindad, parques o campos deportivos.

El domingo 21 de octubre, los equipos que participan en el torneo profesional de fútbol, ingresaron con pancartas a los estadios con el texto mencionado como título. El incentivador para esta campaña es lo acontecido en Argentina, con el golero de la Selección Nacional que recientemente fue incorporado a Boca Juniors, para la Copa Libertadores.

Percibimos que pese al tiempo transcurrido de estas campañas nobles, persiste el racismo en diferentes lugares del planeta. Sin embargo, para ajustarnos a la realidad, es necesario ponderar que es una minoría de inadaptados, necesariamente aquejados por la ignorancia o fanatismo, los que provocan incidentes calificados de racistas en los estadios.

La mayoría de los aficionados o ciudadanos, por lo menos en Bolivia, más allá de su ideología o creencias, mantiene en alto grado sus valores, como el respeto al color o nacionalidad, consciente de nuestra naturaleza mestiza.

El fútbol une más que separa, pese a su carácter competitivo que puede generar roces verbales o físicos, pero que generalmente concluye en un abrazo fraternal entre rivales, aunque algunos partidos salen de la normalidad, por malos arbitrajes.

Bien por FABOL que se hace eco de una campaña promovida internacionalmente, recomendando a todos el respeto humano en cualquier actividad, no solo deportiva.

Auguro un trabajo efectivo de la organización en defensa de sus intereses y derechos, con un directorio sólido, integrado por exjugadores destacados, donde también deben estar los futbolistas activos, para que se proyecten como entrenadores o directivos de la Federación.